Antes que el Ministerio de Trabajo llame a una conciliación obligatoria, en el marco del cierre paritarias, el Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas(SOEVA)se mostró dividido, por momentos, con la aparición de la agrupación Autoconvocados.
La razón principal de este aparente quiebre tiene que ver con la metodología de los paros realizados por los trabajadores.
Mientras que desde SOEVA decidieron plegarse al paro sin salir a la calle, desde Autoconvocados pedían manifestarse en las calles, bodegas, con corte de ruta, banderas y carteles y así lo hicieron la noche del martes y también el miércoles.
Un hecho que no puede pasarse por alto es la creación de una cuenta en redes sociales de la grupo de Autoconvocados desde donde se disparó toda la información de las asambleas y movilizaciones, lo que muestra la conformación de entidad de grupo y la decisión de manejo propio de la información, lo que hace suponer una continuidad de trabajo como sector paralelo a la dirección orgánica del sindicato.
El 30 y 31 de Marzo hubo un acatamiento al paro de entre el 80% y 75% respectivamente. Durante la semana anterior mientras Autoconvocados salía a las calles, el sindicato se negaba a apoyar esa metodología ya que no estaban en consonancia con la decisión a nivel nacional.
Recién durante la mañana del 31 se pudo ver un acercamiento entre el secretario general de SOEVA, Nelsón López, y el referente principal de la agrupación disidente, Samuel Huerta, cuando, en conjunto, realizaron una olla popular en la plazoleta Güemes.
La aparición de Huerta y Autoconvocados dentro del Sindicato muestra una grieta que se hizo cada vez más evidente en el transcurrir de los días y puede interpretarse como un debilitamiento en la dirección general actual.