Como parte de la primera audiencia en el juicio por los terrenos usurpados por Pernod Ricard, se realizó el mismo viernes pasado, a las 13.30, una inspección ocular en las tierras pertenecientes a la Municipalidad de Cafayate.
Radiocafayate.com dialogó con el abogado Cesáreo Pastrana, defensor de los intereses de los cafayateños en el juicio, quién comentó que dos de las 32 hectáreas pertenecientes al municipio se encuentran plantadas con viñedos que la la empresa usurpadora explota ilegalmente desde hace varios años. Las otras 30 están cubiertas de monte y están sin delimitar y en las que, en algunas partes, aún se pueden ver rastros tenues de lo que fue la pista de aterrizaje.
El ancho de la parcela, según lo relatado por Cesáreo Pastrana a nuestro medio, es de unos 200 metros por 1.600 metros y se encuentra a 1 kilómetro de distancia de la Ruta Nacional 40 y se accede por el camino provincial que pertenece a Vialidad de la Provincia según consta en las documentaciones pertinentes. Cabe recordar que ese camino público también fue clausurado por la empresa usurpadora lo que constituye un delito.
Entre los temas que destacan de la inspección ocular, es que a pesar de que las tierras pertenecen al pueblo cafayateño, según consta en todos los documentos existentes, la empresa Pernod Ricard clausuró por muchos años el acceso a las tierras públicas de propiedad de la Municipalidad de Cafayate realizando una ocupación y explotación ilegal de las 32 hectáreas, generando un enorme daño y perjuicio económico por largo tiempo, lo que se espera que oportunamente sea resarcido.
Crisis habitacional
La falta de tierras públicas en Cafayate generó entre otras cosas una crisis habitacional sin precedentes en la que miles de cafayateños no tienen donde vivir. El estado provincial o municipal no disponen de terrenos para poder construir viviendas o generar loteos, por lo que es enorme el perjuicio que Pernod Ricard provocó al pueblo de Cafayate dejando a miles de familias sin poder acceder a casas.
Perfectamente esas tierras se podrían haber destinado a soluciones habitacionales, o bien, a que el municipio pueda venderlas para comprar en otro lugar para la construcción de vivienda que alivien la crisis.
Por esto es que el daño que la empresa usurpadora generó al pueblo de Cafayate, privándolo por años de las 32 hectáreas, es de una dimensión económica y moral incalculable, el que se espera que pague proporcionalmente al perjuicio causado y también por la explotación comercial y usufructo mal habido del que se aprovechó con la usurpación.
espero se dictamine rápido y que las tierras sea para viviendas. Que se controle bien a quien se da porque muchos se vinieron de afuera a recibir de arriba sin tener familia aquí, claro caso los módulos. Basta Ya de engañar al que verdaderamente lo necesita y sobre todo al cafayateño. Que dicho sea de paso son los mismos políticooooos que nos roban, buscando sus intereses.
Que entreguen yaaa lastierras del pueblo en mi ncasa vivimos amontonados con hijosy nietos no tienen a donde ir porque no se puede pagar alquiler