El actual concejal y candidato a diputado Facundo Guzmán repartió números para un sorteo de dinero en medio de dos actividades de concientización e integración dirigidas a jóvenes vulnerados por el alcohol y las drogas.
Este sábado se desarrollaron dos iniciativas solidarias en el Parque de la familia, de las cuales una estaba destinada a niños y adolescentes entre 12 y 17 años y la otra a talleristas, organizaciones sociales, docentes y personas interesadas en el trabajo grupal.
Taller de juegos, dinámicas y construcciones grupales
Lara y Pablo son una pareja rosarina que desde hace unos meses viaja en moto por el país realizando actividades de integración social en todas las ciudades que visitan.
«Cada vez que llegamos a un lugar nos ponemos en contacto con las organizaciones sociales, comedores, merenderos para conocer si existen problemáticas sociales en las que podamos ayudar.», comentó el profesor de educación física y coordinador del taller Pablo Gonchar.
Las actividades que se plantearon ese día versaron sobre la articulación de los valores individuales en una comunidad y como colaborar en la construcción de un bien común o ideas superadores para la sociedad, incentivando el trabajo en equipo y la cooperatividad en las diferencias.
Para esto apelaron a juegos, rondas de debates e intercambios de ideas entre personas de distintas edades.
Programa Jóvenes Protagonistas
Esta iniciativa impulsada por la municipalidad de Cafayate, el Centro Valle y un grupo de jóvenes profesionales cafayateños, con financiamiento de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), convocaron a chicos de entre 12 y 17 años a participar de actividades recreativas pensadas y diseñadas para potenciar la sinergia del trabajo en grupo, la puesta en valor individual de cada persona, la recreación y la integración social.
El equipo de trabajo formado por el periodista Luciano Polo, la licenciada en Comunicación Social Celeste Garay, la profesora de Educación Física Rocío Cardozo, el coordinador del Centro Valle, Lisandro Bruno y la Secretaría de Desarrollo Social de Cafayate, coordinaron actividades como baile grupal, búsqueda del tesoro, el juego de la silla, fútbol y carrera de transferencia grupal.
El programa apunta a la inclusión social y alejamiento de los niños y jóvenes que ya fueron atravesados por el flagelo de la drogadicción y el alcoholismo mostrando una alternativa de superación comunitaria con una duración de aproximadamente 7 meses.
La mala política
Lamentablemente la falta de conciencia y escrúpulos de la politiquería oportunista también se hizo presente en estos encuentros de la mano del actual concejal y candidato a diputado por el Frente de Todos, Facundo Guzmán, a quién no le tembló el pulso para enviar a sus seguidores a repartir números para el sorteo, de lo que se promovió como un premio de 10 mil pesos, para después mutar a diez premios de mil.
La cuestión promocional no vendría a ser el principal problema, sino el enfoque comunicacional de esta irrupción como mensaje a la comunidad y la evidente utilización de la necesidad económica como herramienta de campaña.
Con esta acción de un plumazo, el concejal atrajo a todas las familias espectadoras, a unos 200 metros de donde se estaban realizando las actividades solidarias, para regalar plata de campaña.
Los organizadores de los programas vieron con descontento como el contingente, de alrededor de 100 personas, migraron en cuestión de segundos hacia el concepto de facilismo que plantea la mala política de esta campaña desleal.
«No puedo creer que nos haga esto.», «Podría haber esperado a que terminaran los juegos.», «Totalmente innecesario.», fueron algunos de las expresiones que se dejaron escuchar de parte los organizadores y algunos participantes.
El problema que plantean estas actitudes electorales, irrumpiendo en políticas verdaderamente necesarias y que apuntan a solucionar problemáticas reales y urgentes que transita la juventud cafayateña, es que envían el mensaje que ni el trabajo en equipo, ni la integración familiar, ni la difusión de herramientas de contención social valen más que un sorteo electoral de 1000 pesos.
El error conceptual de regalar dinero, ayuda a facilitar el acceso a personas que tal vez están transitando alguna vulnerabilidad, a aquello que les hace daño y destruye toda posibilidad de la creación de una idea de futuro basado en el esfuerzo del trabajo, el acceso al amplio rango de posibilidades que ofrece el estudio y, además, cultivando la nociva idea de la asistencia social como obligación vitalicia del estado en vez de un paliativo temporal a una situación puntual.
Este domingo, el candidato Guzmán aseguró que continuará sorteando el dinero que su partido le destinó con el lema: «Lo que es del pueblo debe volver al pueblo»
Tal vez sea momento de preguntarnos si la dignidad sea el valor más urgente que devolver al pueblo.