El conflicto en la zona de las ruina continúa acentuándose con los nuevos cercos que cortan el paso de los caminos que normalmente usan para llegar al pueblo.
Uno de los puesteros que habita la zona de las Ruinas de Tolombón, Ángel Camacho, denuncia que cercaron los caminos que utiliza para llevar su producción al pueblo.
La vivienda de Camacho está a unos cinco kilómetros de la plaza y vive con su madre de 80 en la zona sudoeste de las Ruinas de Tolombón. Asegura que alrededor de un mes, se encontró con nuevos alambrados que le impiden el paso de su carro y de un eventual traslado de su madre por cuestiones de salud.
Uno de los alambrados que Camacho denuncia corresponde al señor Roberto Peñalba, según indicaron los vecinos y que en visita al lugar Radio Cafayate 95.1 pudo constatar que se trata de cercados nuevos.
Los vecinos de la zona afectados por estos cercados son alrededor de 7 familias que viven, en algunos casos, hace más de 3 generaciones y ahora se están encontrando con alambrados nuevos y también denuncian el desvío del suministro de agua.
En entrevista con este medio Camacho aseguró que desde hace menos de un año que están viendo movimientos de suelo, nuevas delimitaciones por lo que es el yacimiento arqueológico y maniobras de desabastecimiento de agua.
También agrega que estos nuevos cercos le preocupan más que nada por la salud de su madre ya que no ve como podría entrar una ambulancia o alguna asistencia hasta su casa en caso de alguna urgencia.
Los vecinos, aseguran que gente del señor Roberto Peñalba estuvieron cambiando el curso de los arroyos que proveen de agua a las 7 familias.
Camacho, comentó a Radio Cafayate 95.1, que también tuvo que realizar denuncias en contra del señor Roberto Peñalba por intimidación ya que en varias oportunidades su ganado caprino sufrió ataques de perros llevados por él.
En eso mismo sentido, otros vecinos aseguran que e señor Peñalba se pasea por el campo con un arma larga.
Es un familiar directo del diputado peñalba el que esta haciendo esto y está con saenz asi que ya no los parara nadie. que pena