Horas antes de la Navidad, se repartieron bolsones navideños que traían una desagradable sorpresa: varios incluían budines en estado de putrefacción.
Desde el municipio reconocieron la desagradable donación, pero se justificaron con factores externos.
Lo más detestable es que cada bolsa de tela ecológica que se repartió tenía inscripta el nombre del intendente Rolando «Tata» Guaimás.
De acuerdo a la información difundida por el periodista Alejandro Tula, luego desde el municipio salieron a pedir disculpas por lo sucedido.
En relación al desagradable episodio, argumentaron que «los mismos fueron adquiridos a una empresa local y que algunos factores de conservación jugaron en contra».