Dice Jeff Goodell que “el reloj de la crisis climática hace tic-tac, pero tenemos las herramientas, el conocimiento y la fuerza política para dar la pelea”.
En su artículo, publicado en la revista Rolling Stone del mes de Abril de este año, propone 10 MANERAS DE SALVAR EL PLANETA. Y se refiere también al informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de la ONU, en el que textualmente dice que “el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y para la salud del Planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global concertada, nos llevará a perdernos la oportunidad de asegurar un futuro habitable”. Sin embargo, no hay que dejarle espacio al escepticismo ni a la angustia; muy por el contrario, se trata de COMPRENDER LA SUTUACIÓN Y ACTUAR EN CONSECUENCIA.
Las 10 Maneras de salvar el Planeta son las siguientes:
- PONERLE IMPUESTOS A LA EMISIÓN DE CARBONO, y con ellos, financiar créditos que promuevan las energías limpias, incluyendo la generaión eléctrica. A medida que avanza el cambio climático, el impulso para subirle el precio a la contaminación por carbono va a aumentar.
- ELECTRIFICAR TODO. Usar electricidad es más eficiente que quemar combustibles fósiles, en casi todos los casos. El precio de las energías limpias presenta ventajas ante las energías de las redes de carbono. Significa que es posible reemplazar paulatinamente la generación de energía “tradicional”, que usa combustibles, por una forma más limpia y amigable con el Medio Ambiente, que redundará en la reducción de las emisiones de Carbono.
- SOLAR Y LOCAL. Es común ahora, el uso de instalaciones solares para uso doméstico e industrial. Y aunque existe todavía el problema del almacenamiento, ya es una realidad que no distingue estratos sociales: la energía del sol está ahí, disponible, y se está haciendo cada vez más popular.
- COMPRAR LAS PLANTAS DE CARBÓN, Y CERRARLAS. El carbón es el combustible más sucio e intensivo en la emisión de carbonos. La idea es virar progresivamente hacia el uso de las energías limpias. Y esto es tarea de los gobiernos, independientemente de qué país sea.
- DECIR LA VERDAD SOBRE LA CRISIS CLIMÁTICA. La crisis mundial por la COVID-19 ha dejado al desnudo las vulnerabilidades y realidades de muchos países, y no queda otro remedio que afrontar la realidad ambiental.
- JUSTICIA Y HUMANIZACIÓN DE LOS CENTROS URBANOS. Regular la circulación de los vehículos, expandir las las fronteras urbanas, optimizando el espacio en la urbanización, construcción de viviendas sociales seguras, saludables y eficientes, para evitar riesgos ante las catástrofes naturales.
- ARMAR LÍO, Y PEGAR DONDE DUELE. Es pasar de los dichos a la acción, “molestando continuamente” a quienes tienen responsabilidad y capacidad de decisión, es decir, empresarios y gobernantes.
- FINANCIAR INVESTIGACIONES DE GEOINGENIERÍA A PEQUEÑA ESCALA. El conocimiento de las potencialidades energéticas zonales hará que las comunidades puedan elegir las opciones locales o zonales de generación de energía limpia.
- CAMBIAR LOS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN, Y DE COCCIÓN DE LOS ALIMENTOS. Esta cuestión es difícil porque hay que renunciar al consumo de carne, o reducirlo; y también cuestiona la forma de cocinar, por las emisiones de carbono. Sin darnos cuenta, con el consumo de carnes estamos poniendo el planeta a la parrilla. Se impone así la necesidad de reducir al máximo este tipo de emisiones a la atmósfera.
- GANAR LA GUERRA CULTURAL. Saber que aunque el tema ambiental es parte de los discursos políticos, no siempre es cierto que se está haciendo algo. El conocimiento de los informes científicos, la duda sobre lo que proponen las grandes corporaciones de medios de comunicación, y el cambio de actitud de todos, harán la diferencia. Hoy, tenemos herramientas y la tecnología para enfrentar a crisis y sentar las bases para construir un mundo mejor, y SÓLO SE NECESITA LA VOLUNTAD POLÍTICA para lograrlo.
Finalmente, aunque la propuesta del periodista Jeff Goodell parezca una total utopía, no lo es tanto. Pequeños cambios individuales se suman, para lograr el cambio que todos necesitamos. Sólo es cuestión de comenzar. ¡DE NOSOTROS DEPENDE!
Por Mirian G. LAMAS RIVERO.