Se celebra en conmemoración de la figura del escritor, periodista, poeta y ensayista, Ricardo Rojas.
En 1982, un decreto presidencial instituyó que el 29 de julio se celebre el Día de la Cultura Nacional, en conmemoración de la muerte de Ricardo Rojas, ocurrida en 1957.
“Ricardo Rojas representa muy singularmente, en su polifacética y honda personalidad intelectual, diversas manifestaciones culturales y encarna una preocupación argentina de preservar y difundir las características de la cultura nacional. El primer Congreso Nacional de Directores de Cultura de la Argentina, realizado en Buenos Aires en septiembre de 1957, eligió su figura de hombre del interior, defensor de la esencia nacional y promotor de las letras, las artes y las ciencias evocando su memoria como orientadora en sus deliberaciones”, narraba el documento.
Ricardo Rojas nació en Tucumán el 16 de septiembre de 1882. Sus primeros estudios los realizó en Santiago del Estero, provincia en la que su padre fue dos veces gobernador. Cuando Ricardo tenía diez años, y al poco tiempo de la muerte de su padre, su familia se trasladó a la Buenos Aires, donde comenzó a estudiar abogacía, carrera que abandonaría para dedicarse a las letras. Si bien no egresó formalmente de ninguna facultad, la mayoría de las Universidades de América le otorgaron el reconocimiento de Doctor «honoris causa».
Apasionado por la poesía, el teatro y la literatura, entre 1917 y 1922 escribió su monumental obra “Historia de la Literatura Argentina», cuatro mil páginas concentradas en nueve tomos, publicados recién en 1949.
En la Universidad de Buenos Aires (UBA) creó la primera cátedra de Literatura Argentina y luego fue Rector de dicha institución durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen. Su política estuvo basada en la extensión universitaria y «en su convicción de que es posible llevar a la masa social los conocimientos susceptibles de divulgación y contribuir a la formación de una conciencia e identidad nacional», describen desde la Universidad.
Entre sus multidisciplinarias experiencias, también ganó el Premio Nacional de Literatura, fue embajador argentino en Perú, conoció la persecución política y estuvo detenido en Tierra del Fuego tras el golpe de Estado del General Uriburu. Sus escritos se nutrieron en el diálogo de lo europeo con lo americano y en particular con la América indígena.
Rojas invirtió todos sus ahorros y el dinero de múltiples premios que recibió en la construcción de su casa, que realizó junto al arquitecto y urbanista Ángel Guido, siguiendo su teoría “euríndica”, una propuesta estética que reivindica la fusión entre los valores culturales europeos con los de los indígenas americanos prehispánicos.
Este neologismo inventado por él y desarrollado en su obra Eurindia (1924) propone la existencia de influencias indígenas y europeas sobre la identidad argentina y el ser nacional.
La presencia de Rojas en las nuevas generaciones argentinas es indudable y fecunda. Como intelectual multifacético marcó el agotamiento del modelo cultural de su generación y postuló una profunda renovación nacional. Ello lo llevó a reivindicar la inserción de la cultura en las provincias del país como requisito de la identidad de la nación.
El Museo posee una hemeroteca y una enorme biblioteca compuesta por más de 25.000 libros y publicaciones que pertenecieron a la colección privada del escritor, muchos de ellos están autografiados por sus autores. También una colección de obras de la escuela de pintura cuzqueña, objetos personales de Ricardo Rojas y unos bellísimos jardines inspirados en estilos coloniales, andinos y otros que derivan de las culturas musulmanas, romanas y mediterráneas.