Nosotros, los humanos, lo hemos logrado. Sí, nosotros. Todos nosotros…algunos han contribuído más que otros, pero es un logro comunitario. Hemos creado un mar de basura.
Como es lógico, la basura que desechamos (ésa de la que, en teoría, nos desligamos cuando el servicio de limpieza de la ciudad –léase RECOLECTORES DE BASURA- retira nuestras bolsas) va a parar dondequiera que la lleven los vientos y los cursos de agua. Significa que se traslada por ríos y océanos del mundo, se acumula en márgenes de los ríos, en las playas, o deambula por el mundo como una gran isla flotante.
Cualquier tipo de basura que llega a los cursos de agua genera cambios nocivos, es decir daña los ecosistemas, transporta contaminantes químicos, amenaza y pone en serio riesgo a la vida acuática, interfieren en la vida humana de las poblaciones costeras pues impiden el uso de los ambientes fluviales y marinos. Es decir que todas las causas de la contaminación del mar están provocadas por la actividad humana y, sobre todo, por la mala gestión de los recursos naturales disponibles y de los desechos que no siempre son biodegradables.
Entre las causas de la contaminación marina están:
- La contaminación química, debida a la gran cantidad de sustancias tóxicas vertidas directamente en los cursos de agua y que provienen de la actividad industrial.
- Las aguas residuales, generadas principalmente en hogares, comercios e industrias.
- La actividad agrícola y las aguas pluviales, esto es, aguas que circulan por los campos sembrados, que se filtran al suelo y arrastran algunos componentes de herbicidas, plaguicidas y fertilizantes hacia el mar.
- Los plásticos mal reciclados o sin reciclar.
- Los microplásticos, partículas altamente tóxicas de tamaño minúsculo (menos de 5mm de diámetro), provenientes de muchos productos de belleza -como los exfoliantes corporales y faciales-, y los productos de higiene personal incluidos los dentífricos.
- Los derrames de combustible, accidentales o no.
- Las instalaciones petroleras.
Como consecuencia, y aunque hay factores que agravan grandemente la situación, ocurren:
- La pérdida de la biodiversidad marina, con especies que han desaparecido o están en vías de desaparecer.
- La eutrofización, proceso debido a la concentración de nutrientes como nitratos y fosfatos, que provocan descontrol del crecimiento de las algas y colonias de bacterias, provocando el agotamiento del oxígeno en el agua y la cobertura de la luz solar lo que condiciona la vida de otros organismos marinos.
- Las grandes masas de plástico, por acumulación de desechos de ese material, que forman islas de basura que flotan a la deriva.
- La disminución del oxígeno, que provocan la muerte de los arrecifes de coral y de los seres vivos de ese hábitat.
- La acidificación de las aguas, debida al exceso en los niveles de dióxido de carbono, que cambia el Ph del agua.
- Los cambios fisiológicos y la muerte de los organismos acuáticos
Entre las posibles soluciones para la contaminación marina, figuran:
- la limpieza de ríos y mares con programas permanentes por parte de los gobiernos y empresas;
- leyes más restrictivas y firmes a nivel global;
- informarse y actuar, reduciendo al máximo el uso de los productos contaminantes.
Como es lógico, la parte que nos toca es la de REDUCIR. Y aunque estemos lejos de los mares y de los cursos de agua permanentes, nuestros ríos también son recursos a cuidar. Limpiarlos y mantenerlos limpios es el desafío de todos, y una vez más, DE NOSOTROS DEPENDE.
Por Mirian G. LAMAS RIVERO.