La fundación CEA, que trabaja con niños con Trastornos del Espectro Autista, fue la encargada de organizar las actividades de este miércoles.
Como cada 12 de octubre se celebró en Cafayate el día de la Diversidad en un acto cívico en la Plaza 20 de Febrero a las 11:00 con la participación de todas las instituciones educativas y se realizó un número artístico.
La ceremonia fue conducida por el concejal y locuto,r Sandro Guzmán, y el periodista, Alejandro Ayusa, y participó, con un cuadro de danza el ballet Pueblo Mío.
Estuvieron presentes autoridades municipales, del Concejo Deliberante y representantes de la Fundación CEA, como los organizadores del acto cívico.
Una de las participantes, la diseñadora cafayateña, Laura Cruz, leyó una reflexión de su autoría en tono con la revisión histórica que se ha realizado sobre la fecha del 12 de octubre.
Texto de la diseñadora Laura Cruz
«¿Qué festejamos? festejamos que a pesar de todas las crueldades que sufrieron nuestros antepasados, hoy siguen vivas nuestras costumbres originarias.
Se cumplió la profecía del Pachacuti, después de 500 años habría un nuevo sol, o sea un cambio profundo en el corazón del ser humano. El Renacer de nuestras culturas ancestrales en diferentes ámbitos de la sociedad. En la arquitectura, gastronomía, la música, el canto, la danza, la cerámica, las pinturas, la moda, la medicina, las tradiciones, las costumbres y las artesanías en general con diseños precolombinos y también sin darnos cuenta usamos palabras en quechua.
Desde aquel 12 de octubre de 1492 acontecieron muchos sucesos muy tristes para nuestros pueblos, sometidos bajo las armas y torturas durante siglos y siglos, pero siempre resistiendo con valor y coraje junto a los caciques valientes como Moctezuma, Atahualpa, Tupac Amaru y en el Valle Calchaquí, Viltipoco, Laisa, Chelemin y Juan Calchaquí quienes junto a mujeres batallaron por 107 años la cual perdieron a causa del traidor,el falso Inca Bohórquez, espía de los españoles.
Los Quilmes y Yokaviles los últimos en rendirse. Los sobrevivientes fueron llevados a pie a Buenos Aires como esclavos, muy triste ¿verdad? Es por ellos, porque cayeron, que no se debe olvidar de dónde venimos y valorar nuestra identidad cultural.
Nuestras culturas están vivas, nosotros somos su descendencia, debemos recordar que nuestros ancestros fueron muy inteligentes estaban organizados social, política y económicamente.
Debemos recordar también que eran muy respetuosos de la naturaleza, el agua, la tierra, los animales, las plantas, eran sus semejantes. El sol, la luna, el aire sus hermanos pues favorecían la vida.
Siempre hacían ceremonias para agradecer por todo lo recibido como fruto del trabajo, por ejemplo, el Inti Raymi (fiesta del Sol), Fiesta del maíz y la Quinoa, la Fiesta de la Pachamama durante todo el mes de Agosto. El Kusilla Kusilla y Jallalla Jallalla eran gritos de alegría y buenos augurios.
El arte a través de las pinturas rupestres representaba eventos importantes. Aquí, en el Divisadero tenemos las Cuevas del Suri. Debemos estar orgullosos de nuestro glorioso pasado ancestral, y enaltecerlo con sabiduría; más aún un día como hoy. Debemos recordar de dónde venimos; conocer nuestra historia para poder amarla y respetarla.
No seamos hoy los aniquiladores de nuestra propia cultura a través de la indiferencia y los representantes de las comunidades originarías sean honestos en cuanto a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Que no se repita lo del Falso Inca Bohórquez.
¡Añay Anay Añay! ¡Gracias Gracias Gracias!, ¡Kusilla Kusilla! ¡Jallalla Jallalla! Hasta que un nuevo sol nos vuelva a reencontrar…»