Los animales fueron secuestrados y luego donados, pero el hombre que las tiene no presenta documentación. El caso está en la Justicia y no se mueve desde agosto.
Doña Estela, una agricultora ganadera y docente recientemente jubilada, peregrina casi todos los días por los pasillos de Ciudad Judicial y solo recibe la misma respuesta: “no hay nada nuevo”.
Esta mujer del campo perdió cuatro yeguas en febrero pasado y a dos las encontró meses después desfilando en Seclantás. “Yo las tenía en Campo Belgrano, ahí van a pastar los animales en época de verano. Con mis hijos las íbamos a ver, y un día fuimos y ya no estaban”, comenzó relatando en diálogo con El Tribuno.
Inmediatamente con su familia inició una búsqueda por La Caldera, Vaqueros, Finca La Costa y Quijano. Cinco meses después, encontraron a dos de los cuatro animales perdidos. “Las vimos en fotos, en el Facebook, en un desfile en Seclantás”.
La mujer, que ya había realizado una denuncia por abigeato en la comisaría de San Lorenzo, fue en busca de sus yeguas y se dio con que pasaron a pertenecer a Carlos Colque, un excomisario. “Este señor nos dijo que tenía un expediente sobre mis animales pero nunca lo mostró. Dijo que se las dieron en adopción a través de la fundación de la señora Carmen Rosas Céspedes Cartagena”, detalló Estela. “Luego nos enteramos que esta señora trabaja en la Ciudad Judicial”, añadió.
La Policía constató que las yeguas le pertenecían a Estela y el caso se formalizó en la Unidad Fiscal Contravencional. “Me dijeron que mis yeguas habían salido a la ruta, en Finca Las Costas, y de ahí se las llevó Caballería. El Dr. Saravia nos dijo que tenían que sacar un documento, y cuando eso pasó nos presentamos con nuestro abogado, el Dr. Sergio Dantur. Él vio muchas irregularidades, primero que el animal donado no tiene la marca que tiene mi yegua. Luego notó que hay fechas sobre marcadas, y es un documento oficial. Después vio que están registradas todas las donaciones de los animales y a quién se donaron, pero en el caso de mis yeguas no se registra a quién se las donaron, ni cuándo”.
Con ese documento de la UFICON, Estela y su esposo denunciaron al Jefe de Caballería, Arnaldo Vera Luna, por falsificación de documentación, una causa que “duerme” en el juzgado de Séptima Nominación desde agosto. “Queremos que se tome una determinación sobre mis animales, pero ahí está la causa y no hay avances”, dijo la docente. Luego contó que se amplió la denuncia en contra de Vera Luna.
“Nos quisieron decir que teníamos las yeguas en pésimo estado, pero presenté en Fiscalía todos los papeles, las vacunas, y estaban mejor de lo que hoy están en Cachi”, añadió.
Una rápida donación
Estela contó que le advirtieron que se había publicado un edicto por el cual se otorgaba un plazo de diez días para reclamar por los animales. “Pero vencía un 28 de febrero y era feriado. Y resulta que el 4 de marzo mis yeguas ya estaban siendo donadas a la fundación de la señora Carmen. ¿Por qué la celeridad de desaparecer mis caballos? Había otros caballos en Caballería que también estaban desde antes para ser donados”, cuestionó.
Hace dos semanas, Estela junto a otros familiares viajó a Cachi para verificar el estado de los equinos y volvió a entrevistarse con el “nuevo dueño”, Carlos Colque, el cual siguió sin mostrar la documentación. Frente a esta nueva irregularidad, se realizó una nueva denuncia en la comisaría del pueblo. “Yo quise poner por robo, pero ahí los policías me dijeron que no era robo, que debía hacer la denuncia por retención indebida”.
La docente también cuestionó el accionar de Carmen Céspedes, al considerar que su Fundación tiene como requisito que cada persona que recibe una donación debe mostrar el bienestar del animal periódicamente. Y entre otros pedidos, los beneficiarios deben contar con un espacio físico para criar a los equinos, lo que no se estaría cumpliendo con el señor Colque. “No cuenta con ese espacio, mis yeguas andan en diferentes lugares de la zona baja de Cachi”, añadió doña Estela.
Las que fueron encontradas son “Estrellita”, que tiene 13 años de vida, la potrilla “Catrina”, de 2 años, mientras que no hay novedades de otra yegua bautizada como “Mara” y que tiene 11 años, y de Zaya, de 5 años.
“Soy docente, pero acá (en Finca Las Costas) se vive de lo que se siembra, de los animales, somos pequeños agricultores ganadores. Todos los años sembramos maíz porque es el alimento de nuestros animales”, señaló Estela, quien espera poder recuperar a sus animales en la brevedad.