Nacido en Barriosuso de Valdavia (Palencia-España) el 26 de septiembre de 1926, fue el primer obispo de la prelatura de Cafayate ente 1973 y 1990.
El 23 de noviembre de 1990 falleció el primer Obispo de Cafayate, Monseñor Diego Gutiérrez Pedraza, y desde la prelatura ya se trabaja en la investigación de su vida para proponer su canonización y beatificación.
El 8 de septiembre del 2018, Fiesta de la Natividad de Santa María Virgen, se celebró la Eucaristía presidida por Mons. José Demetrio Jiménez OSA, de feliz memoria, en la catedral de Prelatura Cafayate, dando inicio a la investigación sobre la vida y virtudes del Siervo de Dios.
Así mismo, el 15 de junio de 2019, tuvo lugar en la mencionada catedral, la introducción de la causa de beatificación y la apertura del proceso sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad y milagros.
Esto expresaba mons. José Demetrio, «con ocasión del comienzo de la investigación sobre la vida y virtudes, la fama de santidad y sus signos»:
He ahí nuestro PROGRAMA, mis hermanos –comentaba el P. Diego-. Remediar la pobreza espiritual de vuestras almas, para que vivan espléndidamente la vida de la gracia. Y en cuanto a la pobreza material, brindar todo nuestro apoyo a las autoridades competentes, y a todas las personas responsables, para que llegue pronto el día en que todos los habitantes de los Valles Calchaquíes tengan, como escribe uno de nuestros poetas: “Una casa en que habitar, una mesa en que comer, un libro para leer y un Cristo para rezar”.
Mons. Diego es un varón santo. Quienes lo han conocido bien lo saben. Con el proceso canónico que denominamos «de beatificación y canonización» pedimos a Dios que nos otorgue los signos que necesitamos para que nuestra Iglesia lo proponga oficialmente como MODELO de vida evangélica. Un modelo no es un molde, es decir, no tenemos por qué ser como Mons. Diego: no está a nuestro alcance, porque -como todo ser humano- él es irrepetible. Sí se nos propone en su vida el EJEMPLO de alguien que dejó modelar su persona por la gracia de Jesús y su Evangelio.
Nuestra Iglesia tiene como persona relevante al Padre Diego, primer obispo de la Prelatura. Pedimos a Dios que nos otorgue los signos necesarios para su pronta beatificación.
Te damos gracias, Señor Dios, por Monseñor Diego que nos fue tan cercano mientras vivió con nosotros.
Te damos gracias por la vida que nos regaló y por el bien que derramó a su alrededor.
Te damos gracias porque con su sufrimiento aprendió a amar y así se convirtió en una persona digna de ser amada.
Te pedimos, Señor:
Que nada de lo bueno de su vida se pierda.
Que sepamos respetar lo que para él era sagrado.
Que sus buenas obras nos sirvan de ejemplo.
Queremos, Señor, que continúe viviendo en cada uno de nosotros; en nuestro corazón y en nuestra vida. Que todos los que estuvimos unidos a él, cuando estaba vivo, lo estemos ahora más, hasta que un día nos encontremos con él en el cielo.
Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.-
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