El primero en bajar fue Lionel Messi a las 2.56. Fueron recibidos por un show de La Mosca, que tocó la icónica canción ‘Muchachos’.
Ya están en la Argentina. Los futbolistas y el cuerpo técnico que se coronaron campeones en el Mundial de Qatar 2022 aterrizaron en Ezeiza a las 2.24 y trajeron al país la Copa del Mundo, a 36 años de la última conquista obtenida en México 1986.
El vuelo AR1915 de Aerolíneas Argentinas primero se dio un permitido: hizo un vuelo rasante por la zona céntrica de la Ciudad de Buenos Aires y pasó por encima del Obelisco. Luego, se dirigió rumbo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Los campeones del mundo ya están en casa 🇦🇷🏆
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— 🇦🇷 Selección Argentina ⭐⭐⭐ (@Argentina) December 20, 2022
El avión tocó la pista a las 2.24. Mientras avanzaba, dos camiones de bomberos formaron un arco de agua para que el avión pasara por debajo. Un ritual reservado para momentos especiales que se asemejó, en esta ocasión, a una escena de película.
El primero en bajar fue Lionel Messi, a las 2.56. Salió con la Copa del Mundo en la mano y junto a Lionel Scaloni. Los esperaba una nutrida comitiva en la que se encontraban el ministro de Interior, Wado de Pedro, y otros funcionarios del gobierno como la Directora Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, además del embajador de Qatar, Battal Al Dosari, entre otros.
Ninguno de ellos fue saludado de manera directa por los futbolistas. Según la curiosa explicación que brindaron, se debió a que el personal de los distintos organismos y las autoridades actuaron «con la premisa de no demorar ni entorpecer la llegada del plantel», para «facilitar y agilizar su arribo y salida del aeropuerto».
Los protagonistas fueron recibidos también por La Mosca, que montó un show en un escenario improvisado. Por su puesto, cantó en loop ‘Muchachos’, la icónica canción que acompañó a la Selección durante su recorrido mundialista.
Desde allí, caminaron por una alfombra roja, pasaron por debajo de un arco que decía «Gracias Campeones» y, por último, se subieron al micro descapotable. Salieron por la parte lateral, directo a la autopista Richieri, con destino al predio que tiene la Asociación del Futbol Argentino (AFA) en Ezeiza, donde pasarán la noche.
El trayecto fue a paso de hombre. Decenas de policías a pie, en motos y en patrulleros formaron un cordón humano que avanzaba a la par del micro. A su alrededor, miles de personas que se agolpaban para conseguir su foto y su saludo de los futbolistas.
Llegaron al predio de la AFA poco después de las 4 de la madrugada, casi dos horas después de haber aterrizado. Ahora los protagonistas dormirán y cargarán energías de cara al recorrido de este martes hacia el obelisco.
La llegada de los familiares de los campeones del mundo
Los familiares de los campeones del mundo con la Selección Argentina aterrizaron a las 21.54 en una pista privada del Aerolíneas Argentina. Uno por uno, fueron atravesando la puerta de la arribos de la terminal C, en Ezeiza. Varios hinchas esperaban dentro para recibirlos. La familia de Emiliano Martínez fue una de las más aplaudidas.
«Emi es como todos los jugadores de la selección. Pelean por la celeste y blanca. No hay sueldos ni nada. En Qatar fuimos locales en todos los partidos y vamos a seguir siéndolo», declaró en TN el papá del Dibu, que contó que se trajo los guantes y la camiseta de su hijo.
También paró a hablar con la prensa la mamá del Papu Gómez, que no dudó en afirmar que su hijo es más lindo que David Beckham, luego de que le consultaran respecto del parecido que se convirtió en meme luego del stream que algunos futbolistas, con Lionel Messi a la cabeza, hicieron con el Kun Agüero.
Fuera del aeropuerto, esperaban seis micros para trasladarlos. Salieron todos juntos en medio de un operativo de seguridad especial. La gran mayoría se subió a los micros, aunque otros decidieron optar por sus vehículos particulares.
La caravana estuvo custodiada por agentes policiales, que no pudieron hacer muchos para evitar que miles de hinchas entorpecieran el trayecto. Hubo un tramo en el que avanzaron a paso de hombre, mientras las personas saludaban como podían a los familiares de los jugadores. Incluso algún despistado creyó los que los propios futbolistas iban dentro de los micros.