El comienzo del año en el hemisferio Sur, que nos sirve como hábitat permanente, es el tiempo de vacaciones de muchas personas, que en búsqueda de descanso y recreación, se desplazan hacia lugares no urbanos ni urbanizados, para procurar el contacto con la Naturaleza.
El Valle Calchaquí que habitamos no es la excepción. Es verano, y se multiplica la presencia de visitantes que vienen a disfrutar de los paisajes, recorriéndolos. Y aquí, es fundamental ejercitar la memoria para tener en cuenta los puntos básicos a respetar, cuando se está en un lugar natural, que además, es Reserva Natural, como la Quebrada de las Conchas, sobre la RN 68, que comienza en la Alameda, y permite disfrutar de diversos atractivos ubicados sobre ella.
Hay una serie de recomendaciones que son extensivas a todo ámbito natural, independientemente de la pericia o experticia de quienes transitan por el lugar. Y ellas son las siguientes:
- Avisar a quien corresponda (puede ser en el lugar donde se hospedan), el lugar que van a recorrer, proporcionando información básica, tal como el horario, la cantidad de personas, el atractivo a visitar. Estos datos no solamente son información a los fines estadísticos, sino que orientan a los responsables de la seguridad, en caso de emergencia.
- Planificar el paseo, y realizarlo SIEMPRE con la guía de un baqueano, conocedor de la zona. EL guía no solo conoce el lugar, sino que orienta y asesora sobre cuestiones de seguridad que el visitante debe atender. Llevar agua y ropa adecuada.
- Tener en cuenta Y RESPETAR el pronóstico del clima. El Valle Calchaquí está surcado por arroyos, a los que no se debe minimizar ni menospreciar, por su carácter estival. Significa que una lluvia en las cumbres provoca la crecida impetuosa de estos cursos de agua, y las consecuencias pueden llegar a ser trágicas.
- Prever lesiones o accidentes. En una zona urbana es más fácil acceder a los primeros auxilios, pero no ocurre igual en zonas agrestes, donde el tiempo es precioso a la hora de atender una emergencia y donde se requiere de una logística especial. La tranquilidad y la responsabilidad son fundamentales para evitar riesgos.
- Si las caminatas son extensas pero el visitante no es experto, no aventurarse solo. Hay lugares de gran belleza, pero de difícil acceso, lo cual aumenta el riesgo en caso de ser necesario pedir ayuda.
- Contratar servicios habilitados y con seguros vigentes.
- No realizar las visitas con animales domésticos, porque pueden alterar el comportamiento no sólo propio sino también de la fauna autóctona. No “aprovechar” la visita a un lugar agreste para “dejar olvidada” a su mascota.
- Tener en cuenta las recomendaciones sobre el encendido de fuego en los lugares que se visitan.
- No provocar disrupciones en el lugar que se visita, con ruidos molestos o que puedan alterar el lugar y su fauna. Mantener distancia prudente de los animales, cuando se los observa en su hábitat natural, y no alimentarlos ni perseguirlos.
- No extraer plantas ni piedras. No depredar. Tener siempre presente que todos tenemos derecho a disfrutar de los espacios en su estado natural.
- Regresar de la excursión CON TODA SU BASURA, y depositarla en los contenedores ubicados en áreas urbanas.
Es bueno reiterar que estas recomendaciones no son opciones. Son reglas para respetar los lugares. Cuidar el medio ambiente es responsabilidad de todos, no sólo de los turistas. Y en cuestiones de cuidado, mantenimiento y preservación, SIEMPRE DEPENDE DE NOSOTROS.
Por Mirian Lamas Rivero