Con la incorporación de los recursos tecnológicos, la forma de movilidad desde los primeros homínidos se ha ido restringiendo paulatinamente hasta llegar al sedentarismo.
Una canción tradicional scout dice algo más que el título:
“…Maña vieja y anticuada es caminar…
Maña vieja y anticuada,
Ya por muchos, olvidada…es caminar!”
Aunque existe el servicio de delivery para casi todo, hay cuestiones que sólo se resuelven poniendo el cuerpo en movimiento, es decir, levantando la humanidad de la silla que la alberga,,,y comprobando en persona que las articulaciones necesitan ponerse al servicio del desplazamiento humano. Y esto sucede porque, al decir de un reconocido y popular animador de programas infantiles de la TV, “EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO”.
Ahora bien, caminar es la actividad humana que no sólo brinda beneficios para la salud individual, sino también para el medio ambiente. Existen registros de que una persona promedio, en un contexto urbano actual, no camina más que unos 700 m por día, mientras transcurre la jornada.
En realidad, dicen los estudiosos, habría que levantarse, caminar, y luego comenzar la rutina laboral cotidiana. Los beneficios de este cambio en la jornada de cada persona, presentan los siguientes beneficios:
Protección del medio ambiente, pues caminar es la forma más sostenible de moverse: no hay emisiones, ni se consumen recursos naturales, y además permite mejorar la salud tanto física como mental, y sobre todo, la salud del planeta.
Prevención de enfermedades, porque la caminata realizada con regularidad fortalece el sistema inmunológico, y favorece el descanso, además de ser una meditación en movimiento.
Conocimiento del lugar que habitamos, porque permite la observación y ello favorece e incrementa la sensación de pertenencia y arraigo.
Incorporación de la vitamina D, ya que los rayos del sol permiten este proceso al caminar, lo que redunda en el fortalecimiento de la estructura ósea.
Promoción de la creatividad, ya que una caminata cuando hay dificultades para la concentración mental, proporciona los estímulos necesarios para que seamos más creativos y mejoremos el rendimiento intelectual, incluso si la caminata dura unos 15 minutos.
Reducción del estrés: aunque se trate de una vuelta a la manzana, caminar permite la liberación de las cuestiones que afectan negativamente el día a día. Y si alguien necesita dejar de fumar, caminar es lo más adecuado. Abandonar los hábitos nocivos producen un estrés particular, que no debemos desatender.
Fomenta la relajación y la desaceleración debida al ritmo de vida actual, que muchas veces nos sobreestimula y estresa al extremo. Caminar permite recuperar el equilibrio, conseguir la relajación y desacelerar la mente. Mejorar el estado de ánimo es fundamental para cambiar el entorno.
Ponerse en forma, o mantenerse en forma. Caminar es una alternativa sensata y saludable para todos.
Prolongación de la expectativa de vida. Hay estudios que dicen que caminar regularmente aumenta la expectativa de vida entre 5 y 7 años.
Lograr la realización personal, es decir que permite mejorar la salud mientras relaja la mente, ya que caminar libera endorfinas, lo cual nos hace más felices.
A esta altura de las circunstancias, resulta llamativa la necesidad de recordarnos cuestiones tan vitales como la necesidad de movimiento. No debiéramos ser tan sedentarios, porque el precio es la salud. Tenemos que entender que cada paso que damos es un paso hacia un futuro más saludable y mejor. Es decir que DEPENDE DE NOSOTROS, indefectiblemente!