La menopausia es el cese de los periodos menstruales de una mujer, diagnosticada en retrospectiva, una vez que han transcurrido 12 meses consecutivos de amenorrea (cese de la menstruación), que sucede por atresia de los folículos ováricos y su capacidad de producir estrógenos ante el estímulo de las hormonas foliculoestimulante y luteinizante. Esto significa que los ovarios dejan de liberar óvulos para que sean fecundados.
Según el comité científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la menopausia comienza con la última regla, alrededor de los 50 años, pero hay etapas anteriores y posteriores que es preciso definir:
Perimenopausia o climaterio: Abarca desde el período de tiempo inmediatamente anterior a la menopausia, cuando comienzan las manifestaciones endocrinas y biológicas que dan lugar a manifestaciones clínicas y dura como mínimo hasta el primer año siguiente a la menopausia. Abarca la transición de la edad fértil a la no fértil.
Posmenopausia establecida: Es un concepto que sólo puede establecerse retrospectivamente, puesto que abarca los 12 meses siguientes al cese definitivo de las menstruaciones (amenorrea).
Los signos y síntomas van en relación con el periodo en el que se encuentre, en la premenopausia aparecen los primeros síntomas leves: cambios vasculares, taquicardia, bochornos, rubor en la parte superior del tórax, cuello y cara. Sequedad de la mucosa vaginal, pero también los ojos, los oídos, la boca, resequedad de la mucosa por la deficiencia hormonal. Problemas de insomnio, falta de deseo y cansancio crónico.
En la postmenopausia hay cambios de órganos y tejidos de toda la economía del cuerpo: sensación de infecciones de vías urinarias, disminución de la lubricación, aplanamiento de la mucosa vaginal, pérdida de pliegues y secreción. Hay también disminución de la microbiota favoreciendo las infecciones vaginales. También desde el punto de vista metabólico y oncológico hay cambios a nivel de otros órganos de la economía corporal.
Los signos y síntomas de todo el síndrome climatérico (de la pre a la posmenopausia) incluye: sudoraciones, bochornos, mareos, artralgias, cefalea, mialgias, taquicardias, cambios emocionales, depresión, angustia, miedos. Se experimento la pérdida de funciones orgánicas y, generalmente, se presenta con más fuerza en quienes trabajan en casa.
Sin embargo, existe una concepción diferencial alrededor de la menopausia entre las mujeres; no todas ellas la cursan con una sintomatología particular; en la frecuencia y gravedad de este cuadro influye de manera importante el significado relacionado con la menstruación, el significado del rol social de la mujer, la forma en que se concibe el envejecimiento, la fuente de información, la actitud, la comunicación y el concepto de la pareja.
El pasado 3 de mayo, se llevó a cabo el Foro La menopausia: un desafío de política pública en el Senado de la República; en esta sesión legislativa, expertos discutieron sobre los impactos que esta etapa de la vida de la mujer puede tener en su vida laboral y social, y cuáles son las medidas de mitigación que estos impactos pueden tener para la mujer en sí misma, en el ámbito de la productividad, en la economía de las empresas y en el país.
Es necesario señalar que, de no hacer ajustes en su estilo de vida, las mujeres son más susceptibles a largo plazo a padecimientos como hipertensión, diabetes mellitus, dislipidemia, infarto agudo de miocardio, osteoporosis, incontinencia urinaria y depresión refractaria.
En este sentido, considerando las casi 20 millones de mexicanas que se encuentran en este período, se destacó la importancia de que en México se realice una la capacitación de los profesionales de salud con enfoque en la Atención Primaria para el cuidado integral de la mujer durante el climaterio.