El 1° de noviembre la Iglesia Católica celebra el Día de Todos los Santos, un tributo a la santidad que rinde especial atención a aquellos que nunca han llegado ser canonizados y que, por tanto, no tienen una fecha de celebración específica.
Además, más allá de acudir al cementerio para llevar flores a la tumba de los difuntos, las distintas regiones celebran esta festividad de forma muy diversa. En Cafayate algunas familias preparan un altar con con ofrendas para recibir a las almas durante el mediodía y se preparan los platos y bebidas favoritas del difunto.
Origen del día de Todos los Santos
El origen de la festividad se remonta al siglo IV, fecha en la que se legitimó el cristianismo. Durante los primeros años de vida de esta religión, los mártires y santos eran recordados individualmente en una fecha específica. Sin embargo, a medida que el número de santos aumentó, fue imposible dedicar un día específico a cada no de ellos. Por tanto, se decidió escoger una fecha para honrar a todos los santos, esta es el 1 de noviembre.
Por qué se celebra el 1 de noviembre el día de Todos los Santos
Fue en el año 835 cuando el papa Gregorio IV declaró el 1 de noviembre como la fecha oficial para celebrar el Día de Todos los Santos. Hasta entonces la celebración estaba reservada para el día 13 de mayo.
Así, esta selección no fue casual. Se quería acabar con las fiestas paganas que coincidían con estas fechas. En especial con la celebración de la noche de Samaín, el 31 de octubre. Esta era considerada la noche oscura que daba por iniciado el invierno en el hemisferio norte.
Diferencia entre el día de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos
Es frecuente confundir el día de Todos los Santos con el Día de los Fieles difuntos. Sin embargo, son festividades diferentes. Así, mientras que en el día de Todos los Santos se honra tanto a los santos conocidos como a los desconocidos, en el día de los Difuntos, celebrado el 2 de noviembre, se honra a todos los fieles fallecidos.