El 8 de marzo, el mundo se une para celebrar el Día Internacional de la Mujer, una fecha que resalta la lucha incansable de las mujeres por la igualdad y la justicia.
Este día, establecido por las Naciones Unidas en 1975, nos invita a reflexionar sobre los avances y los desafíos persistentes en la búsqueda de una sociedad más equitativa.
En el contexto actual, las mujeres continúan siendo protagonistas de cambios significativos en la sociedad, aportando su perspectiva única en diversas áreas, desde la psicología hasta la política. A pesar de los progresos, aún enfrentan barreras que limitan su pleno desarrollo y participación.
Este año, las actividades conmemorativas incluyen actos y movilizaciones que resaltan la importancia de la voz femenina en la esfera pública. El colectivo feminista, en particular, se ha movilizado para reivindicar los derechos de las mujeres y promover la igualdad de género como un pilar para un futuro sostenible.
El Día Internacional de la Mujer no solo es un momento para celebrar los logros, sino también para reconocer la labor de aquellas que, día a día, construyen un mundo más justo. Es un llamado a la acción para garantizar que la igualdad beneficie a todos y que las voces de las mujeres sean escuchadas en todos los ámbitos de la sociedad.
Historia
La historia del Día Internacional de la Mujer se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, marcada por una serie de eventos y movimientos sociales que buscaban mejorar las condiciones laborales y los derechos de las mujeres, especialmente en Europa y Estados Unidos.
En 1909, el Partido Socialista de América designó el último domingo de febrero como el primer Día Nacional de la Mujer, una tradición que continuó hasta 19132. Sin embargo, fue Clara Zetkin, líder del movimiento de mujeres de la Socialdemocracia en Alemania, quien propuso la idea de un Día Internacional de la Mujer en 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague1. La propuesta fue aprobada y el día se celebró por primera vez en 1911 en varios países europeos.
El 8 de marzo se eligió para conmemorar el Día Internacional de la Mujer debido a su vinculación con los movimientos feministas durante la Revolución Rusa de 1917, cuando las mujeres rusas se pusieron en huelga exigiendo “pan y paz” y el fin de la Primera Guerra Mundial. Esta huelga fue el preludio de la Revolución Rusa y el zar se vio obligado a abdicar; el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho al voto.
La fecha fue formalizada por las Naciones Unidas en 1975, y desde entonces, el 8 de marzo se ha convertido en una jornada global de reconocimiento y celebración de los logros de las mujeres, así como de concienciación sobre los desafíos que aún enfrentan en la lucha por la igualdad de género.