Esta medida fue anunciada por el propio gobernador de la Provincia.
En las últimas horas, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, anunció que la provincia no puede hacer frente al pago del Fondo de Incentivo Docente. En medio de recortes nacionales y tensiones políticas, Sáenz afirmó que continuará luchando por la devolución de estos fondos ante el Gobierno Nacional.
«Nosotros no estamos en condiciones de sostenerla y por eso seguimos insistiendo los gobernadores, para mantener este derecho adquirido después de una lucha de muchos años de los docentes, la educación no puede mirar hacia otro lado».
En una entrevista con FM Cadena Infinito, el mandatario expresó la dificultad financiera de Salta y criticó las represalias por parte de la Nación hacia los gobernadores que no respaldaron completamente la Ley Bases. Sáenz señaló la necesidad de gobernar para todos, independientemente de las afiliaciones políticas.
El gobernador también abordó la disparidad en los costos de servicios entre Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destacando que en los barrios más humildes de Salta se pagan tarifas superiores a los barrios más caros de la capital. Hizo hincapié en su intento de poner este tema en la agenda pública, denunciando la falta de atención a esta problemática.
«Uno se queda gritando como loco malo, y solo, pero al planteo lo voy a seguir haciendo. Voy a llevar las facturas para mostrar, por realmente es una vergüenza lo que ocurre ahora. Al salteño le llegó la luz carísima, pero tenemos sueldos más bajos que ellos. Es una joda lo que pagan allá y lo que pagamos nosotros» dijo el gobernador.
En relación con la situacón del transporte, Sáenz comparó los costos del boleto en Salta con otras provincias, argumentando que, a pesar de los bajos salarios, los salteños enfrentan tarifas más altas. También mencionó la posibilidad de un aumento en el precio del boleto, aunque prometió hacer todo lo posible para no cargar toda la carga económica sobre los ciudadanos.
Finalmente, el gobernador instó a transparentar el destino de los fondos que la Nación ahorró mediante la eliminación de subsidios y ayudas sociales. Criticó la opción de «la licuadora» como única salida para alcanzar el objetivo de déficit fiscal cero, subrayando la necesidad de priorizar las necesidades básicas de la población sobre otros compromisos financieros.