Cobrarán unos 4,5 millones mensuales en mano, más del doble que ahora. Y volverán a actualizar sus salarios con las paritarias de los empleados legislativos.
En medio de una encendida polémica, el Senado aprobó a mano alzada y sin debate el acuerdo para imponer un fuerte aumento en sus dietas que llevará los sueldos a $ 7,2 millones bruto, lo que con los descuentos les dejará en mano más de $ 4,5 millones. Más del doble del 1,9 millón neto que cobran ahora.
La medida fue tratada sorpresivamente, sobre tablas, porque no estaba incluida en la sesión convocada para este jueves. De acuerdo a lo que trascendió en el Congreso, la propuesta fue firmada por Juan Carlos Romero, Lucila Crexell, Pablo Blanco, entre otros legisladores de distintas bancadas.
Si bien la vicepresidenta Victoria Villarruel había expresado públicamente que eran bajos los sueldos de los legisladores, fuentes legislativas confiaron que la funcionaria a cargo de la Cámara alta manifestó su malestar con la medida. «Una cosa era el aumento de enero y febrero, pero con este aumentazo se fueron al carajo», dijo Villarruel, puertas adentro, según pudo reconstruir Clarín.
La jugada provocó también la reacción de Javier Milei, quien a través de su cuenta en X cuestionó el aumento de los senadores y además destacó que el bloque libertario fue el único que se opuso. «Así se mueve la casta», dijo el Presidente, para agregar que «el 2025 será paliza histórica».
Según lo propuesto por los senadores, en el proyecto de resolución se habla de una dieta equivalente a los 2.500 módulos, lo que equivale a $ 4,505.000, más 1.000 módulos ($ 1.802.000) extra por gastos de representación y otros 500 por desarraigo ($ 901.000).
Estos valores se desprenden del reciente acuerdo de paritaria que la Asociación del Personal Legislativo (APL) consensuó con las autoridades del Congreso y que incrementó los salarios de los empleados en un 8 %. En ese acuerdo se fijó el valor del módulo en $ 1.802 a partir del 1 de marzo.
La maniobra de los senadores tiene un impacto adicional porque al establecerse en módulos, las dietas se aumentarán en forma automática a medida que se incrementen los módulos. En consecuencia, los senadores aprobaron una nueva versión de la «Ley Enganche», el decreto de Cristina Kirchner de 2010 que había sido derogado por Milei tras el escándalo generado por la suba de los sueldos de los miembros del Gabinete.
Cómo se repartieron los votos
La medida contó con el respaldo de la mayoría de los senadores salvo los representantes del PRO, de La Libertad Avanza y los radicales Rodolfo Suárez y Mariana Juri, que están alineados con el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
Ezequiel Atauche, jefe del bloque oficialista, cargó contra los senadores que apoyaron la medida. «La casta se juntó para aumentarse los sueldos», afirmó el representante por Jujuy, quien se mostró molesto por lo acordado en el recinto.
Tras la votación hubo algunas dudas sobre si Martín Lousteau había votado a favor o en contra del aumento. Pero desde el entorno del senador radical dejaron en claro que «todos los que estaban en el recinto (67 legisladores) votaron a favor» del aumento.
Incluso salieron a cruzar a Milei al advertir que es «mentira» que La Libertad Avanza fue el único bloque que votó en contra del aumento. «Ellos firmaron el proyecto y en labor parlamentaria acordaron que este proyecto se trate hoy», puntualizaron desde el bloque de la UCR.
También es cierto que dieron los dos tercios para que se autorice el tratamiento sobre tablas. «Sin la Libertad Avanza el tema no se trataba», puntualizaron.
Al haber acuerdo entre los bloques y por tratarse de un proyecto de resolución no hubo debate y se votó a mano alzada. Además es correcto como dijeron desde la oposición que si querían votar en contra tendrían que haber pedido que conste en actas el voto negativo».
Desde los bloques provinciales repartieron chicanas a los que se opusieron al aumento. «Si están en desacuerdo que devuelvan la plata», bromeó uno de los senadores de la oposición, mientras que otro advirtió que aunque rechacen el incremento «siguen siendo tan iguales al resto de los senadores que apoyaron el aumento».
Sin embargo, hay que aclarar que ninguno de los senadores pidió que se precisara de qué se trataba el proyecto ni tampoco reclamaron la nominal para dejar expuestos a los que aprobaron la iniciativa.
Contexto de tensión
Todo esto se da en un momento de máxima tensión en el Congreso, cuando se trata la Ley Bases y el paquete fiscal en Diputados y se espera la llegada de los pliegos de los candidatos a cubrir las vacantes en la Corte Suprema de Justicia en el Senado, donde también se espera la visita del jefe de Gabinete, Nicolás Posse para que dé su primer informe de gestión en el Congreso.
La medida impulsada en el Senado sería en consonancia, además, con un aumento de los módulos en el órbita del Gobierno nacional. «Si Adorni cobra $ 5 millones porque no lo puede cobrar un senador», reflexionaron en el Congreso en referencia al ascenso conseguido por el vocero presidencial que pasó a ser secretario de Estado. En los hechos cobra, de bolsillo, por encima de los 3 millones de pesos.
Hasta el momento, los senadores vienen cobrando un sueldo neto de $ 1,9 millones y algunos ya habían manifestado a sus jefes de bancada las dificultades para cumplir con los compromisos legislativos por los valores de las dietas.
Vale recordar que en marzo, los diputados y senadores quisieron adherir al incremento de 30% acordado por los gremios de los empleados legislativos, lo que llevaba las dietas a $ 2,5 millones. Pero por presión de Javier Milei tanto Victoria Villarruel como Martín Menem, como titular de Diputados, decidieron retroceder con el aumento.
Desde aquel momento comenzó a haber malestar entre los legisladores, sobre todo los del Interior del país que deben alojarse en hoteles durante la semana, por las dificultades económicas. Incluso varios senadores y diputados advirtieron sobre la imposibilidad de participar en todas las reuniones de comisiones.
En Diputados también esperan un aumento
Lo cierto es que la movida del Senado puede tener réplicas en Diputados, donde la mirada está puesta en el reciente aumento que las autoridades de ambas cámaras acordaron con la Asociación del Personal Legislativo (APL) que otorga una suba del 8% retroactiva al 1 de marzo.
El incremento de los empleados fue acordado la semana pasada entre Villarruel y Menem con el gremio que encabeza Norberto Di Próspero, el principal sindicato que opera en el Congreso. De esta manera, el salario más alto, categoría 1 pasó a ser de $ 1,8 millón y el más bajo, categoría 14 quedó en $ 500 mil. Sin embargo, el sueldo promedio es categoría 7 que cobra unos $ 900 mil.
Tanto en los bloques de la oposición como entre los libertarios hay malestar por el retraso en los sueldos de los diputados. Incluso, cuestionan el papel de Martín Menem por aceptar lo resuelto por el Presidente.
Los diputados ya no pueden apelar a la denominada Ley de Enganche, un decreto firmado por la ex presidenta Cristina Kirchner en el año 2010, que establecía que los cargos políticos siempre debían cobrar más que los empleados de la administración pública.
Se trata del decreto 799/2010, que establecía una escala ascendente de retribuciones para las autoridades superiores del Gobierno y acoplaba esos salarios a la paritaria de los trabajadores del Estado.
Esta normativa fue derogada por Milei cuando se destapó el escándalo de los aumentos en los sueldos de los funcionarios del Gabinete nacional. El Presidente no sólo ordenó retrotraer esos aumentos sino que además la derogó para terminar con el beneficio.
De esta manera, Milei dejó abierta la posibilidad de que los legisladores acuerden sus aumentos como se está dando en el Senado.