Según una de las damnificadas, Estrella Giovanelli, supuestos caciques de la comunidad diaguita Suri habrían atacado y amedrentado a los vendedores en diferentes situaciones con violencia y obstrucción para trabajar en el Anfiteatro y la Garganta del Diablo.
La disputa, que se extiende por más de 15 años, ha escalado recientemente con acusaciones hacia Roque Díaz, quien se presenta alternativamente como cacique general o asesor legal de la comunidad diaguita Suri. La situación se complica con la presencia de otro cacique que también se presenta como tal, Daniel Vargas: «En un momento esta Díaz en otro momento Vargas y nos explicaron que eso es por una cuestión burocrática dentro de la comunidad diaguita.»
Las 25 familias de artesanos afectadas han realizado denuncias formales en la comisaría local, expresando su frustración y preocupación: “No se nos puede acusar de robo d cuando nunca hubo un enfrentamiento por un espacio”. Los artesanos sostienen que los espacios que ocupan son lechos de río y que, al no existir documentación legal que respalde la propiedad, solo cuentan con sus DNI y partidas de nacimiento como prueba de identidad y permanencia en la zona.
Los artesanos alegan que los intentos de desalojo son siempre violentos, ya que no existen medios legales para justificar su expulsión del lugar donde desarrollan su actividad económica: “Un civil no puede impedirle a otro ingresar a su trabajo”, declaran, haciendo hincapié en el derecho al libre ejercicio de su oficio.
Al ser consultada por los permisos con los que cuentan los artesanos, Giovanelli, aseguró en el programa En Modo Mañana, que la Jueza de Garantías, Victoria Toranzos, les habría emitido una notificación judicial por las que se le prohibe obstaculizar el ingreso al Anfiteatro para realizar actividades laborales por ninguna de las partes a la otra bajo la posibilidad de incurrir en desobediencia judicial.
La artesana aseguró que han sufrido intento de quemas de sus vivienda por parte de integrantes de la comunidad Diaguita Suri, además de que sufrieron el desarmado de sus puestos de trabajo hechos en piedra. Giovanelli asegura que las escaladas de violencia se han dado en lo últimos días tras 15 años de conflicto.